+ Urge analizar la realidad que viven las mujeres en el mercado laboral, la economía y su inclusión en el mundo financiero.
El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, conmemoración que nos hace reflexionar en que es necesario abrir espacios de discusión para analizar la realidad que viven las mujeres en el mercado laboral, la economía, su inclusión en el mundo financiero y sus oportunidades de emprendimiento, con respecto a la de los hombres. Cabe mencionar que, en el medio financiero, prácticamente no hay mujeres a nivel directivo en los bancos, si acaso una y hay muy pocas en otras instituciones financieras, en la jerarquía de toma de decisiones y liderazgo.
La brecha existente entre mujeres y hombres, en materia laboral y salarial, sigue siendo muy considerable, por lo que el Foro Digital “Mujeres, Finanzas y Liderazgo” organizado por la Asociación Mexicana de Seguros (AMIS), el INMUJERES y la CONDUSEF que se realizará el 8 de marzo, permitirá conocer detalles de esta realidad.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), por ejemplo, reporta que en el empleo informal hay 6.3 millones de mujeres con ingresos considerablemente inferiores a los que obtienen los hombres. Un caso paradigmático son las empleadas domésticas quienes, en el mejor de los casos, obtienen un salario mínimo sin prestación alguna.
Por ello, la inclusión financiera de las mujeres es un objetivo prioritario. Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, dicha inclusión avanzó significativamente 16 puntos porcentuales en los últimos años, al pasar la cobertura de 30 a 46 por ciento de la población femenina, con una brecha de 4 puntos respecto del porcentaje de hombres incluidos en el sistema financiero formal, lo que sin embargo aún es insuficiente.
En la práctica, la tenencia de una tarjeta de débito, algo tan necesario y cotidiano, presenta una brecha de género en favor de los hombres de casi 8 puntos porcentuales. Y qué decir de un crédito hipotecario, donde esta diferencia se eleva casi a los 26 puntos. Algo similar ocurre en otros productos financieros como los seguros y las cuentas individuales.
Por todo esto y otros factores, México todavía está debajo del promedio de inclusión financiera femenina en América Latina, que promedia 52% de las mujeres y está muy lejos de la zona Euro, donde la inclusión financiera de las mujeres alcanza 94%.
Ante esta realidad y en amplia colaboración con la AMIS elaboramos Minerva, un esfuerzo de contenidos de Educación Financiera específicamente creado para mujeres, donde se les dan algunas pautas y conceptos sobre presupuesto, ahorro, uso del crédito y los seguros, así como prevención de fraudes y ventajas de recurrir al mercado financiero formal. El objetivo es fortalecer las capacidades financieras de las mujeres que les permitan una mayor participación en actividades económicas y en la toma de decisiones financieras mejor informadas.
Finalmente, comparto una experiencia de impulso y fomento al emprendimiento de la mujer: la CONDUSEF ha elaborado contenidos de Educación Financiera para los beneficiarios y beneficiarias del Programa de microcréditos a la palabra “Tandas para el Bienestar”, que apoya mayoritariamente a las mujeres, capacitándoles en conceptos básicos como crédito y ahorro, así como administración de micronegocios, enseñándoles por ejemplo, la importancia de separar los ingresos y gastos de la familia, de los ingresos y gastos del negocio.
A pesar de estos avances queda mucho por hacer y, en el contexto actual, resulta imprescindible promover su digitalización, para una inclusión integral, a la vez que empoderarlas.
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