/ viernes 11 de enero de 2019

Cráter, financiero

Cuando el equipo administrativo del gobernador Adán Augusto López Hernández entregue la situación financiera que guarda cada una de las dependencias gubernamentales, lo sucedido en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo va a parecer juego de niños.

Mientras más escarban en las secretarías más grande va haciéndose el hoyo financiero que dejó el mandatario Arturo Núñez Jiménez.Todos los días y a todas horas se están encontrando corruptelas por todas partes.

A varios ex funcionarios no solo los van a encerrar por los delitos que la población señala, sino por ingenuos. Sus huellas dactilares son visibles. El asalto al arca estatal fue burdo, grotesco.

Quién sabe en qué estaban pensando cuando hincaron los dientes al presupuesto federal y local.

No se anduvieron por las ramas. A las dos partidas le pegaron por igual, sin lástima.

Hizo muy bien en ampararse desde ahora el ex secretario de Salud, Rommel Franz Cerna Leeder, pues junto con Amet Ramos Troconis, Ángel Solís Carballo, David Gustavo Rodríguez, Martha Lilia López Aguilera y demás van a ser acusados por una serie de ilícitos que ni derecho a fianza van a alcanzar.

Ni baranda van a tocar, como decimos coloquialmente.

Cuando Adán Augusto López Hernández tenga sobre su escritorio todos los reportes financieros hasta para atrás se va a ir.

Si algún momento pensó ser condescendientes con ellos, va a dar reversa, como ya lo ha dejado entrever en varias declaraciones. Y es que el saqueo no tuvo límites.

No es un boquete financiero, sino un cráter.

Literalmente, “acabaron con la quinta y los mangos”, y es que no dejaron nada, hasta las conexiones de luz se llevaron de las oficinas.

Fue una atroz rapiña que no tiene precedente.

Si al gobierno de Andrés Rafael Granier Melo no le pudieron sostener ante los tribunales ninguna de las acusaciones por las que están recluidos él y su ex secretario de Finanzas José Saiz Pineda a Arturo Núñez Jiménez y testaferros sí se las van legalmente a comprobar.

Las pruebas son abundantes y contundentes. Ni para adónde hacerse.

La mayoría de las oficinas que manejaron recursos económicos presentan serias irregularidades.

Siendo las principales: finanzas, salud, educación, SDET, Seguridad Pública, SADAFOP, Comunicaciones y Transportes, etcétera, etcétera.

De que varios de los ex titulares del gabinete “núñista” van a ir al reclusorio, no tengo la menor duda.

De verdad, que no quisiera estar en sus zapatos.

Se les viene el mundo encima.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Sin mayores aspavientos, el gobierno y los transportistas acordaron dar marcha atrás -por ahora- al aumento del pasaje.

Decisión que por obvias y sobradas razones fue muy bien recibida por el pueblo de Tabasco, y más en estos tiempos de crisis económica. En la que ya no alcanza, ni para comer.

Así de difícil y complicada está la situación.

Y es que el incremento del pasaje al transporte público fue en el momento menos oportuno, aunque el ex mandatario Arturo Núñez Jiménez lo hizo con toda la mala leche del mundo.

Para su mala suerte, tal decisión no prosperó, pues el problemón fue inteligente y atinadamente desactivado desde la secretaría de Gobierno.

El diputadito morenista Charlie Valentino León Flores Vera se retractó de lo dicho el otro día, en el sentido de que recibieron línea del presidente Andrés Manuel López Obrador para aprobarle la cuenta pública de 2017 del Ejecutivo, el problema es que nadie le creyó.

“Palo dado, ni Dios lo quita”, reza el refrán.

Y es que, por lo regular, los políticos, entre ellos, los legisladores, salvo contadísimas excepciones, abren la boca, para decir puras incoherencias, como es el caso del huimanguillense.

Cuando el equipo administrativo del gobernador Adán Augusto López Hernández entregue la situación financiera que guarda cada una de las dependencias gubernamentales, lo sucedido en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo va a parecer juego de niños.

Mientras más escarban en las secretarías más grande va haciéndose el hoyo financiero que dejó el mandatario Arturo Núñez Jiménez.Todos los días y a todas horas se están encontrando corruptelas por todas partes.

A varios ex funcionarios no solo los van a encerrar por los delitos que la población señala, sino por ingenuos. Sus huellas dactilares son visibles. El asalto al arca estatal fue burdo, grotesco.

Quién sabe en qué estaban pensando cuando hincaron los dientes al presupuesto federal y local.

No se anduvieron por las ramas. A las dos partidas le pegaron por igual, sin lástima.

Hizo muy bien en ampararse desde ahora el ex secretario de Salud, Rommel Franz Cerna Leeder, pues junto con Amet Ramos Troconis, Ángel Solís Carballo, David Gustavo Rodríguez, Martha Lilia López Aguilera y demás van a ser acusados por una serie de ilícitos que ni derecho a fianza van a alcanzar.

Ni baranda van a tocar, como decimos coloquialmente.

Cuando Adán Augusto López Hernández tenga sobre su escritorio todos los reportes financieros hasta para atrás se va a ir.

Si algún momento pensó ser condescendientes con ellos, va a dar reversa, como ya lo ha dejado entrever en varias declaraciones. Y es que el saqueo no tuvo límites.

No es un boquete financiero, sino un cráter.

Literalmente, “acabaron con la quinta y los mangos”, y es que no dejaron nada, hasta las conexiones de luz se llevaron de las oficinas.

Fue una atroz rapiña que no tiene precedente.

Si al gobierno de Andrés Rafael Granier Melo no le pudieron sostener ante los tribunales ninguna de las acusaciones por las que están recluidos él y su ex secretario de Finanzas José Saiz Pineda a Arturo Núñez Jiménez y testaferros sí se las van legalmente a comprobar.

Las pruebas son abundantes y contundentes. Ni para adónde hacerse.

La mayoría de las oficinas que manejaron recursos económicos presentan serias irregularidades.

Siendo las principales: finanzas, salud, educación, SDET, Seguridad Pública, SADAFOP, Comunicaciones y Transportes, etcétera, etcétera.

De que varios de los ex titulares del gabinete “núñista” van a ir al reclusorio, no tengo la menor duda.

De verdad, que no quisiera estar en sus zapatos.

Se les viene el mundo encima.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Sin mayores aspavientos, el gobierno y los transportistas acordaron dar marcha atrás -por ahora- al aumento del pasaje.

Decisión que por obvias y sobradas razones fue muy bien recibida por el pueblo de Tabasco, y más en estos tiempos de crisis económica. En la que ya no alcanza, ni para comer.

Así de difícil y complicada está la situación.

Y es que el incremento del pasaje al transporte público fue en el momento menos oportuno, aunque el ex mandatario Arturo Núñez Jiménez lo hizo con toda la mala leche del mundo.

Para su mala suerte, tal decisión no prosperó, pues el problemón fue inteligente y atinadamente desactivado desde la secretaría de Gobierno.

El diputadito morenista Charlie Valentino León Flores Vera se retractó de lo dicho el otro día, en el sentido de que recibieron línea del presidente Andrés Manuel López Obrador para aprobarle la cuenta pública de 2017 del Ejecutivo, el problema es que nadie le creyó.

“Palo dado, ni Dios lo quita”, reza el refrán.

Y es que, por lo regular, los políticos, entre ellos, los legisladores, salvo contadísimas excepciones, abren la boca, para decir puras incoherencias, como es el caso del huimanguillense.