/ viernes 10 de mayo de 2019

¡¡Complot abortado!!

La absolución definitiva del ex gobernador, Andrés Rafael Granier Melo, demostró que todo fue un complot jurídico, político y mediático orquestado por el exmandatario Arturo Núñez Jiménez y sus testaferros, para justificar su prolija impericia, ineficiencia e ineficaz administración.

 Al final de cuenta, la justicia le dio la razón, como en su momento se la dieron también al ex secretario de Administración y Finanzas, José Manuel Saiz Pineda y al ex titular de Salud, Luis Felipe Graham Zapata, y a todos los demás ex funcionarios que fueron injustamente encarcelados y perseguidos.

En la que los principales operadores y ejecutores de esta maniobra fueron el ex fiscal Fernando Valenzuela Pernas y el propio ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jorge Javier Priego Solís, que, junto con el ex inquilino de la Quinta Grijalva, actuaron con una saña inaudita.

En la que emocional y económicamente afectaron, importándoles poco, a familias enteras. El daño que deliberadamente provocaron fue profundo. Y en algunos casos irreversible.

Algunos podrán estar descontentos -están en todo su derecho- con que la autoridad judicial les haya devuelto la libertad a todos los que acusaron inventándoles delitos penales, civiles, administrativos, etcétera, etcétera, lo cierto es, que ganó el Estado de Derecho.

Ante la ley, Andrés Rafael Granier Melo y compañía resultaron inocentes.

Lo demás son leyendas urbanas.

Si en el plan que orquestó Arturo Núñez Jiménez y colaboradores contenía entre sus objetivos capitales acabar con la enorme popularidad de su ex par, déjenme decirles, que no lo consiguieron, al contrario, la figura de Granier Melo, no solo resultó políticamente intacta, sino que salió robustecida.

Al encarcelarlo y no comprobarle ninguna de las demandas montadas lo victimizaron. Lo convirtieron en héroe.

En contraste, Arturo Núñez Jiménez ha sido consensadamente calificado por el pueblo, como el peor gobernador de Tabasco.

Y al respecto, nadie tiene ninguna duda, los saldos arrojados de su desastroso gobierno son contundentes.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

No es la primera vez, pero ahora sí, que se no midió el dirigente de Morena, Francisco Burelo, al decir, palabras más, palabras menos, que no urge el borrón y cuenta nueva.

Está bien que hay que apoyar al gobernador Adán Augusto López Hernández, pero esto es otra cosa mu y distinta.

Cómo se nota a leguas, que él no tiene problema financiero, como la mayoría de los gobernados, que tienen que hacer peripecias y medias, para más o menos, irla pasando, para llevarse algo al estómago.

En serio, que la situación económica cada día está peor.

Dios quiera que pronto, pase esta crisis económica, que ya se está volviendo insoportable.

Tiros y troyanos afirman, que hasta ahora, el secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana, se ha conducido muy bien.

Sus intervenciones han sido oportunas y muy puntuales.

Sin los clásicos protagonismos y exhibicionismo de un Fernando Enrique Mayans Canabal.

Hasta el próximo lunes, si el todo Poderoso así lo dispone.

Pórtese bien, que nada cuesta.

Recuerde: “el horno no está para bollos”.

La absolución definitiva del ex gobernador, Andrés Rafael Granier Melo, demostró que todo fue un complot jurídico, político y mediático orquestado por el exmandatario Arturo Núñez Jiménez y sus testaferros, para justificar su prolija impericia, ineficiencia e ineficaz administración.

 Al final de cuenta, la justicia le dio la razón, como en su momento se la dieron también al ex secretario de Administración y Finanzas, José Manuel Saiz Pineda y al ex titular de Salud, Luis Felipe Graham Zapata, y a todos los demás ex funcionarios que fueron injustamente encarcelados y perseguidos.

En la que los principales operadores y ejecutores de esta maniobra fueron el ex fiscal Fernando Valenzuela Pernas y el propio ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jorge Javier Priego Solís, que, junto con el ex inquilino de la Quinta Grijalva, actuaron con una saña inaudita.

En la que emocional y económicamente afectaron, importándoles poco, a familias enteras. El daño que deliberadamente provocaron fue profundo. Y en algunos casos irreversible.

Algunos podrán estar descontentos -están en todo su derecho- con que la autoridad judicial les haya devuelto la libertad a todos los que acusaron inventándoles delitos penales, civiles, administrativos, etcétera, etcétera, lo cierto es, que ganó el Estado de Derecho.

Ante la ley, Andrés Rafael Granier Melo y compañía resultaron inocentes.

Lo demás son leyendas urbanas.

Si en el plan que orquestó Arturo Núñez Jiménez y colaboradores contenía entre sus objetivos capitales acabar con la enorme popularidad de su ex par, déjenme decirles, que no lo consiguieron, al contrario, la figura de Granier Melo, no solo resultó políticamente intacta, sino que salió robustecida.

Al encarcelarlo y no comprobarle ninguna de las demandas montadas lo victimizaron. Lo convirtieron en héroe.

En contraste, Arturo Núñez Jiménez ha sido consensadamente calificado por el pueblo, como el peor gobernador de Tabasco.

Y al respecto, nadie tiene ninguna duda, los saldos arrojados de su desastroso gobierno son contundentes.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

No es la primera vez, pero ahora sí, que se no midió el dirigente de Morena, Francisco Burelo, al decir, palabras más, palabras menos, que no urge el borrón y cuenta nueva.

Está bien que hay que apoyar al gobernador Adán Augusto López Hernández, pero esto es otra cosa mu y distinta.

Cómo se nota a leguas, que él no tiene problema financiero, como la mayoría de los gobernados, que tienen que hacer peripecias y medias, para más o menos, irla pasando, para llevarse algo al estómago.

En serio, que la situación económica cada día está peor.

Dios quiera que pronto, pase esta crisis económica, que ya se está volviendo insoportable.

Tiros y troyanos afirman, que hasta ahora, el secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana, se ha conducido muy bien.

Sus intervenciones han sido oportunas y muy puntuales.

Sin los clásicos protagonismos y exhibicionismo de un Fernando Enrique Mayans Canabal.

Hasta el próximo lunes, si el todo Poderoso así lo dispone.

Pórtese bien, que nada cuesta.

Recuerde: “el horno no está para bollos”.