Joaquín Baños Jiménez, dirigente de Morena en Tabasco, ha confirmado el apoyo incondicional de los consejeros tabasqueños a Andrés Manuel López Beltrán, conocido como Andy, para convertirse en el próximo secretario general del partido a nivel nacional.
Esta declaración ha desatado una ola de especulaciones, ya que muchos ven en este movimiento el primer paso hacia una eventual candidatura presidencial en 2030.
El hecho de que este respaldo surja desde Tabasco, la tierra de Andrés Manuel López Obrador, le confiere un peso simbólico.
Además, la postura pública de Andy, quien no ha rechazado este apoyo como lo hizo anteriormente cuando Marcelo Ebrard lo propuso para encabezar la "Secretaría de la Cuarta Transformación", abre la puerta a un futuro político que parecía improbable.
Hoy, sin embargo, las cartas están sobre la mesa, y el hijo del presidente se perfila como un protagonista clave en la renovación del liderazgo morenista.
El presidente López Obrador ha hablado abiertamente de la continuidad de su proyecto político más allá de su mandato, y aunque siempre ha subrayado que el poder no debe heredarse, los hechos sugieren otra realidad.
La posibilidad de que Andy asuma un papel central dentro de Morena alimenta las sospechas de que el ‘lopezobradorismo’ no se limita a un solo sexenio, sino que podría buscar extender su influencia al menos por tres presidencias consecutivas.
El propio AMLO ha reconocido la existencia de un "testamento político" que establece las bases para garantizar la estabilidad del país en caso de su ausencia.
Algunos analistas, como Carlos Loret de Mola, aseguran que este documento incluye el nombre de Andy como posible sucesor en el largo plazo, algo que encajaría en la narrativa de continuidad que impulsa el mandatario.
"Claudia primero, él después", dicen los allegados al presidente, en referencia a la sucesión que podría protagonizar Claudia Sheinbaum en 2024, seguida por Andy en 2030.
La designación de Luisa María Alcalde como presidenta del partido a nivel nacional y de Andy como secretario general enviaría un mensaje claro.
Alcalde, con su juventud y su compromiso con la izquierda, es vista como una figura de consenso, mientras que Andy, con su cercanía al núcleo del poder, representa la continuidad del proyecto de su padre.
Lo que está en juego es la posibilidad de que el lopezobradorismo sobreviva a la figura de su fundador.
Si Andy asume el rol de secretario general, esto sentaría las bases para una candidatura presidencial.
De materializarse este escenario, estaríamos ante un proyecto político que se ha pensado para gobernar México durante más de una década.
Para los opositores, este movimiento huele a una dinastía política, algo que el propio López Obrador ha criticado en el pasado.
Con el apoyo de los consejeros de Tabasco, el futuro de Andy parece cada vez más claro. La incógnita es si será capaz de navegar entre las aguas de la legitimidad política y la sombra de nepotismo que algunos opositores ya comienzan a señalar.
El próximo congreso nacional de Morena, que se celebrará el 22 de septiembre, será decisivo para definir el rumbo que tomará la sucesión hacia 2030.
Con Andy en una posición de mando, parece que el "proyecto de nación" de AMLO está lejos de terminar.
¿Estamos ante el inicio de una nueva era del lopezobradorismo, o ante el establecimiento de una dinastía política?
Lo seguro es que el nombre de Andy López Beltrán ha comenzado a resonar con fuerza en el panorama político nacional, haciendo saltar a más de uno de su silla.
: LA RÚBRICA
El anuncio de Carlos Enrique Iñiguez Rosique, ‘Caliche’, sobre su llegada al equipo de Adán Augusto en la Junta de Coordinación Política del Senado ha generado expectación en los círculos políticos de Tabasco. Según lo adelantado por el reconocido columnista Luis Antonio Vidal en Vector X, esta maniobra refuerza la estructura política de Adán, quien ya ha sumado a dos tabasqueños: Óscar Palomera Cano y Abraham Zurita Capdepont. La decisión de ‘Caliche’ subraya su lealtad, y podría ser un movimiento estratégico para fortalecer la presencia del adancismo en la Cámara Alta. Iñiguez, quien ha trabajado junto al exgobernador desde los inicios de su carrera, tiene su destino ligado al de una de las figuras más influyentes dentro de Morena.