En el sexenio pasado solo se generaban malas noticias en Tabasco, aún cuando entró la nueva administración que representa la Cuarta Transformación el mismo gobernador Adán Augusto López Hernández se encargó de dar a conocer infaustos informes que la gente desconocía.
Al inicio de su mandato, por ejemplo, reveló el desfalco de 3 mil 500 millones de pesos y un déficit de 6 mil millones más que le heredó, en las finanzas públicas, Arturo Núñez Jiménez; se dio a conocer también la compra fraudulenta del terreno que se utilizaría para la Zona Económica Especial en Paraíso, entre otras cosas.
Se corrió la cortina y salieron a la luz desfalcos en la Secretaría de Educación, dirigida ahora por Guillermo Narváez Osorio, un hombre preparado, docto en la materia, honesto y de buenos principios; también se conocieron negocios que se hacían al amparo del poder en el Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET) que hoy tutela Fernando Mayans Canabal; se descubrieron anomalías en la Secretaría de Salud, y, así sucesivamente, una serie de desviaciones.
Ahora, a ocho meses y medio del nuevo gobierno empiezan a salir a la luz buenas noticias; por ejemplo, la semana pasada Luis Romeo Gurría, titular de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas (SOTOP), nos enteró que a partir del mes de septiembre el gobernador Adán Augusto empezará a inaugurar una obra diaria en comunidades de cada uno de los 17 municipios de Tabasco.
Esto es de celebrarse porque en el Marthiarcado , nunca se supo de edificaciones importantes para beneficio de la población, siempre se escucharon comentarios y opiniones de saqueo, de subejercicios, de transferencias ilegales de recursos de una dependencia a otra, deudas a proveedores; en fin, una gran cantidad de infortunadas referencias pero nunca nada que la gente pudiera celebrar.
Otra cosa digna de festejo es que empieza a bajar la percepción en el índice de inseguridad. Esto no quiere decir que la violencia haya cesado, que ya no existan homicidios, robos o asaltos, pero el número de secuestros, por ejemplo, va en decadencia según datos que tiene a la mano el jefe del Ejecutivo local.
Por algo se empieza y, con Ángel Mario Martínez Balcázar en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Jaime Lastra Bastar en la Fiscalía General del Estado (FGE), y Enrique Priego Oropeza en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), las cosas van a mejorar día con día y, ¿por qué no?, dentro de poco Tabasco bien podría estar a la altura de Campeche, el estado más seguro de México desde hace cuatro años consecutivos, gracias a los buenos oficios del ahora líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Otra buena noticia es el combate a la corrupción. De acuerdo al último estudio que realizó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el mes de julio, el índice que se mide mediante pregunta anónima a empresarios para saber si algún servidor público, tercera persona o coyote, intentó apropiarse de algún beneficio para realizar, agilizar o evitar multas o pagos, descendió de 66 a 42 por ciento.
Destacable es que hasta antes de la 4T Tabasco figuraba con el más alto porcentaje de empresas víctima de algún delito, con un 68 por ciento. Y para cerrar con broche de oro, el gobierno de Adán Augusto López terminará el ejercicio 2019 sin problemas económicos, algo que le dará paz a todos los sectores de la sociedad, pues desde hace siete años solo se veían protestas, marchas y bloqueos por falta de liquidez.
Con los nuevos alcances el gobierno de Adán Augusto empieza a generar paz, confianza y seguridad, no a la velocidad que se quisiera pero poco a poco el barco endereza el rumbo hacia el progreso, con honestidad y eficiencia en el ejercicio gubernamental.
