/ martes 12 de noviembre de 2019

Brega en el Edén | ¿Política para qué?

Para que el poder político no tenga más razón de ser que la de resolver problemas económicos, sociales y educativos del pueblo. Si ese poder no es capaz de hacerlo, la actividad política debe encaminarse a hacer cambiar el rumbo del poder, los programas del poder, comenzando por cambiar a los titulares del poder.

Luis H. Álvarez

¿Apología o informe de Gobierno?

El pasado domingo el Gobernador de Tabasco, presentó su Informe de Gobierno por escrito y así mismo al pleno “un mensaje” consistente en una síntesis de dicho informe, ante el poder legislativo de conformidad con lo que establece el artículo 51 fracción XVII de la Constitución Política del Estado; el propio Gobernador presume esto como una tradición institucional y celebramos el hecho, sin embargo ese acto por sí mismo no es rendición de cuentas.

La rendición de cuentas se compone fundamentalmente por la transparencia que es un derecho de los ciudadanos, proceso por el cual vigilan y evalúan el actuar de los servidores públicos, además de una serie de instrumentos que permiten la obtención de información, como el gobierno electrónico, y la propia fiscalización. Si hacemos mención de la transparencia podemos afirmar que la mayoría de los Secretarías de Estado, no cumplen con el mínimo a lo que obliga la ley, es decir sin esta información los ciudadanos se quedan en estado de indefensión para evaluar los actos públicos.

Para que la rendición de cuentas se garantice, es indispensable la información, la justificación y el castigo, a manera de obligar al poder a abrirse a la inspección pública, a explicar sus actos y lo supedita a amenaza de sanciones.

Escuchamos más que un informe, una apología de los gobiernos de la 4T, junto a la exposición de una serie de promesas y compromisos de cosas que no se han hecho, pero que pronto se harán, entonces el informe se tradujo en cosas por venir...que dada la historia reciente inmediata de incumplimientos solo es un espejismo.

Estamos ciertos que sociedad y gobierno deben trabajar en conjunto en rubros como la seguridad, sin embargo, es responsabilidad primaria del Gobierno garantizarla y ante la realidad hemos visto cómo aumentan las cifras en delitos como homicidio culposo, narcomenudeo, violación, abigeato y huachicol, y tampoco se advierten los resultados de la coordinación de las autoridades responsables de la seguridad e impartición de justicia.

Celebrar como un gran logro que en materia de salud se haya aumentado de 14 a 24 camas en el área del Hospital Juan Graham parece irrisorio, mientras que sigue la falta de medicamentos, fundamentalmente los que requieren las personas con cáncer, incluyendo los niños. Basta visitar los hospitales públicos y preguntar a las familias de los enfermos para constatar que no hay medicamentos ni insumos para la atención médica.

En días pasados habíamos exhortado al mandatario a que hiciera un reconocimiento de la realidad de Tabasco, que se deje la simulación y la demagogia y se asuma la responsabilidad del gobierno sin excusas ni pretextos. Los tabasqueños tenían una gran expectativa y poco a poco la han ido perdiendo y decepcionándose de lo hasta hoy alcanzado.

Para que el poder político no tenga más razón de ser que la de resolver problemas económicos, sociales y educativos del pueblo. Si ese poder no es capaz de hacerlo, la actividad política debe encaminarse a hacer cambiar el rumbo del poder, los programas del poder, comenzando por cambiar a los titulares del poder.

Luis H. Álvarez

¿Apología o informe de Gobierno?

El pasado domingo el Gobernador de Tabasco, presentó su Informe de Gobierno por escrito y así mismo al pleno “un mensaje” consistente en una síntesis de dicho informe, ante el poder legislativo de conformidad con lo que establece el artículo 51 fracción XVII de la Constitución Política del Estado; el propio Gobernador presume esto como una tradición institucional y celebramos el hecho, sin embargo ese acto por sí mismo no es rendición de cuentas.

La rendición de cuentas se compone fundamentalmente por la transparencia que es un derecho de los ciudadanos, proceso por el cual vigilan y evalúan el actuar de los servidores públicos, además de una serie de instrumentos que permiten la obtención de información, como el gobierno electrónico, y la propia fiscalización. Si hacemos mención de la transparencia podemos afirmar que la mayoría de los Secretarías de Estado, no cumplen con el mínimo a lo que obliga la ley, es decir sin esta información los ciudadanos se quedan en estado de indefensión para evaluar los actos públicos.

Para que la rendición de cuentas se garantice, es indispensable la información, la justificación y el castigo, a manera de obligar al poder a abrirse a la inspección pública, a explicar sus actos y lo supedita a amenaza de sanciones.

Escuchamos más que un informe, una apología de los gobiernos de la 4T, junto a la exposición de una serie de promesas y compromisos de cosas que no se han hecho, pero que pronto se harán, entonces el informe se tradujo en cosas por venir...que dada la historia reciente inmediata de incumplimientos solo es un espejismo.

Estamos ciertos que sociedad y gobierno deben trabajar en conjunto en rubros como la seguridad, sin embargo, es responsabilidad primaria del Gobierno garantizarla y ante la realidad hemos visto cómo aumentan las cifras en delitos como homicidio culposo, narcomenudeo, violación, abigeato y huachicol, y tampoco se advierten los resultados de la coordinación de las autoridades responsables de la seguridad e impartición de justicia.

Celebrar como un gran logro que en materia de salud se haya aumentado de 14 a 24 camas en el área del Hospital Juan Graham parece irrisorio, mientras que sigue la falta de medicamentos, fundamentalmente los que requieren las personas con cáncer, incluyendo los niños. Basta visitar los hospitales públicos y preguntar a las familias de los enfermos para constatar que no hay medicamentos ni insumos para la atención médica.

En días pasados habíamos exhortado al mandatario a que hiciera un reconocimiento de la realidad de Tabasco, que se deje la simulación y la demagogia y se asuma la responsabilidad del gobierno sin excusas ni pretextos. Los tabasqueños tenían una gran expectativa y poco a poco la han ido perdiendo y decepcionándose de lo hasta hoy alcanzado.