/ martes 14 de diciembre de 2021

Asesor Jurídico | La inflación no conoce los “otros datos”

México se encuentra en el top cinco de los países con mayor inflación a nivel mundial. Los incrementos salariales que presume el Gobierno Federal se han pulverizado y te explico por qué, pues vamos a cerrar el año con inflación del 8 por ciento y bajo crecimiento.

Cuidado, los números no conocen “otros datos” y es que la inflación anual se ubicó en 7.37 por ciento en noviembre, el mayor incremento en dos décadas. Esto colocó a México como el quinto país con la mayor inflación, solo superado por Argentina, Turquía, Brasil y Rusia, respectivamente.

A nivel mundial la inflación existe, pero en la ecuación inflacionaria hay presiones internas y externas, las internas en el caso de México se podrían controlar, sin embargo, no sucede. No hay calidad ni efectividad en el gasto, orientado a la inversión productiva.

Recordemos que la inflación es un proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de los productos y servicios, además de una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos. Este proceso obedece a las malas políticas económicas públicas o a un impacto externo como la crisis económica, una guerra o una pandemia.

Hay medidas económicas que pueden ser aplicadas para evitar o amortiguar ese fenómeno. Casi todas involucran elevar la productividad de un país, el recorte de gasto innecesario e inyección en los sectores productivos. Por ello, es importante reactivar la economía y que el gobierno gaste bien.

Ha aumentado el costo financiero de la deuda, incrementándose para el pago de intereses. El gobierno no está gastando para que la economía crezca, debido a la mala orientación del gasto público y el déficit presupuestario está obligando al país a endeudarse: a mayor deuda tendremos que destinar mayores recursos para atender el costo financiero de la ésta y presionando los ingresos.

La economía está estancada y las implicaciones negativas de la espiral inflacionaria son evidentes. Con el mismo dinero hoy se compra menos que en 2018 debido al alza en la inflación en este gobierno y al incremento generalizado del costo de la vida en México. Por ejemplo y de forma dramática, el precio del kilogramo de pollo al 15 de noviembre de 2018 era de 29 pesos y a diciembre de 2021 es de 70 pesos, lo que representa un incremento del 241 por ciento o la tortilla, que tan solo este año registró un incremento histórico de 5 pesos, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), de la Secretaría de Economía, entre enero y diciembre de este año, al pasar el precio promedio de 15.54 a 20.76 pesos.

Cuando iniciaba el gobierno de la Cuarta Transformación el paquete de huevo rojo tenía un precio de 31.06 pesos y el de huevo blanco, 31.88 pesos y la Oficina de Defensa del Consumidor (ODECO), reporta que actualmente tiene un precio de 37 y 35.50 pesos respectivamente.

En diciembre de 2018, el precio de kilogramo de tortilla en Tabasco era de 16 pesos y hoy es de 20 pesos, lo que representa un alza de 25 por ciento. O el precio del kilogramo de bistec de res que pasó de 140 pesos a 200 pesos, de noviembre de 2018 respecto al mismo periodo de 2021, con un alza de casi 43 por ciento.

A esto, destaquemos los precios de combustibles. Cada ocasión que cargamos gasolina en cualquier estación de servicio del país tenemos que pagar algunos impuestos tales como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual está integrado por el IEPS federal, estatal y el de CO2. Además, encontramos el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y pese al discurso oficial sobre el estímulo fiscal a la cuota del IEPS para los combustibles, la gasolina ha aumentado hasta un 20 por ciento en un año: ¿es o no es un gasolinazo?

De acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que es un indicador diseñado para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo, mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias mexicanas, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) anticipa cerrar 2021 con una inflación de 8 por ciento.

En promedio el monitoreo de incremento de precios antes de diciembre de 2018, arroja que los precios se han disparado más de 100 por ciento y es por eso que el dinero ya no alcanza a los mexicanos y es que de acuerdo al INEGI, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2021, la inflación en la canasta de consumo mínimo fue de 115 por ciento.

La inflación no va a bajar en 2022, ni es transitoria y qué paradójico, que los mismos que decían antes que todo iba mal dicen ahora y con peores datos, que todo va bien y que la culpa de los males de México, sigue siendo de los gobiernos neoliberales. Háganse un favor, analicen los precios de bienes y servicios, así como las medidas económicas del Gobierno Federal y en qué está gastando la 4T, lo que les explicará por qué ya no les alcanza el dinero.

México se encuentra en el top cinco de los países con mayor inflación a nivel mundial. Los incrementos salariales que presume el Gobierno Federal se han pulverizado y te explico por qué, pues vamos a cerrar el año con inflación del 8 por ciento y bajo crecimiento.

Cuidado, los números no conocen “otros datos” y es que la inflación anual se ubicó en 7.37 por ciento en noviembre, el mayor incremento en dos décadas. Esto colocó a México como el quinto país con la mayor inflación, solo superado por Argentina, Turquía, Brasil y Rusia, respectivamente.

A nivel mundial la inflación existe, pero en la ecuación inflacionaria hay presiones internas y externas, las internas en el caso de México se podrían controlar, sin embargo, no sucede. No hay calidad ni efectividad en el gasto, orientado a la inversión productiva.

Recordemos que la inflación es un proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de los productos y servicios, además de una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos. Este proceso obedece a las malas políticas económicas públicas o a un impacto externo como la crisis económica, una guerra o una pandemia.

Hay medidas económicas que pueden ser aplicadas para evitar o amortiguar ese fenómeno. Casi todas involucran elevar la productividad de un país, el recorte de gasto innecesario e inyección en los sectores productivos. Por ello, es importante reactivar la economía y que el gobierno gaste bien.

Ha aumentado el costo financiero de la deuda, incrementándose para el pago de intereses. El gobierno no está gastando para que la economía crezca, debido a la mala orientación del gasto público y el déficit presupuestario está obligando al país a endeudarse: a mayor deuda tendremos que destinar mayores recursos para atender el costo financiero de la ésta y presionando los ingresos.

La economía está estancada y las implicaciones negativas de la espiral inflacionaria son evidentes. Con el mismo dinero hoy se compra menos que en 2018 debido al alza en la inflación en este gobierno y al incremento generalizado del costo de la vida en México. Por ejemplo y de forma dramática, el precio del kilogramo de pollo al 15 de noviembre de 2018 era de 29 pesos y a diciembre de 2021 es de 70 pesos, lo que representa un incremento del 241 por ciento o la tortilla, que tan solo este año registró un incremento histórico de 5 pesos, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), de la Secretaría de Economía, entre enero y diciembre de este año, al pasar el precio promedio de 15.54 a 20.76 pesos.

Cuando iniciaba el gobierno de la Cuarta Transformación el paquete de huevo rojo tenía un precio de 31.06 pesos y el de huevo blanco, 31.88 pesos y la Oficina de Defensa del Consumidor (ODECO), reporta que actualmente tiene un precio de 37 y 35.50 pesos respectivamente.

En diciembre de 2018, el precio de kilogramo de tortilla en Tabasco era de 16 pesos y hoy es de 20 pesos, lo que representa un alza de 25 por ciento. O el precio del kilogramo de bistec de res que pasó de 140 pesos a 200 pesos, de noviembre de 2018 respecto al mismo periodo de 2021, con un alza de casi 43 por ciento.

A esto, destaquemos los precios de combustibles. Cada ocasión que cargamos gasolina en cualquier estación de servicio del país tenemos que pagar algunos impuestos tales como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual está integrado por el IEPS federal, estatal y el de CO2. Además, encontramos el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y pese al discurso oficial sobre el estímulo fiscal a la cuota del IEPS para los combustibles, la gasolina ha aumentado hasta un 20 por ciento en un año: ¿es o no es un gasolinazo?

De acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que es un indicador diseñado para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo, mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias mexicanas, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) anticipa cerrar 2021 con una inflación de 8 por ciento.

En promedio el monitoreo de incremento de precios antes de diciembre de 2018, arroja que los precios se han disparado más de 100 por ciento y es por eso que el dinero ya no alcanza a los mexicanos y es que de acuerdo al INEGI, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2021, la inflación en la canasta de consumo mínimo fue de 115 por ciento.

La inflación no va a bajar en 2022, ni es transitoria y qué paradójico, que los mismos que decían antes que todo iba mal dicen ahora y con peores datos, que todo va bien y que la culpa de los males de México, sigue siendo de los gobiernos neoliberales. Háganse un favor, analicen los precios de bienes y servicios, así como las medidas económicas del Gobierno Federal y en qué está gastando la 4T, lo que les explicará por qué ya no les alcanza el dinero.