/ martes 30 de noviembre de 2021

Asesor Jurídico | ¿Cómo va a gastar el gobierno el dinero en 2022?

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 se prevé un gasto neto total de 7.08 billones de pesos y el déficit alcanzaría 875.6 mil millones de pesos nominales y poco más de 792.5 mil millones del aumento solicitado, sería para el pago de intereses de la deuda del sector público federal. Además, el gobierno pagará 1.4 billones de pesos en sueldos, 91 mil millones más que en 2021. ¿Y la austeridad?

Es preocupante por su tendencia al alza y su costo financiero, que el déficit presupuestario en 2022, sea 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB), mayor al de 2021. En el Presupuesto de Egresos, el peso de la inversión pública es muy baja -solo el 10% de la inversión total-, además se ha disparado el déficit presupuestario entre 2019 y 2021.

No hay calidad ni efectividad en el gasto, orientado a la inversión productiva. Ha aumentado el costo financiero de la deuda, incrementándose para el pago de intereses. El gobierno no está gastando para que la economía crezca, debido a la mala orientación del gasto público y el déficit presupuestario está obligando al país a endeudarse: a mayor deuda tendremos que destinar mayores recursos para atender el costo financiero de la ésta y presionando los ingresos.

En abril de 2020, debido a las implicaciones negativas de la pandemia del COVID-19 en la economía nacional, el Banco de México aprobó 750 mil millones de pesos para proveer liquidez al funcionamiento de los mercados internos y de este monto, 350 mil millones de pesos era para el otorgamiento de crédito en la economía a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES). Sin embargo, a septiembre de ese año, ese monto no se había ejercido para las MIPyMES.

La economía está estancada, hay sectores con saldos negativos como el agroalimentario y el presupuesto está mal asignado, a pesar que el campo es fundamental para la economía del país. Si bien el PEF 2022 prevé un aumento del 4.1 % al presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) respecto de 2021, alcanzando 53,088.97 millones de pesos, es insuficiente tomando en cuenta que, tras la eliminación de diversos programas presupuestarios, de 2019 a 2020 hubo un decremento de 29.2 % en términos reales de los recursos para SADER (21 mil 543 millones menos) y la orientación del gasto no estimula ni promueve la actividad productiva del agro, pues solo tres programas concentran 27 mil 879.7 millones de pesos: Producción para el Bienestar, Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos y Fertilizantes, con observaciones de la Auditoría Superior de Fiscalización, además de cuestionados por sus bajos resultados en producción y por promover clientelismo político-electoral.

En 2022 el gobierno de Tabasco tendrá para ejercer un presupuesto de 48,052.5 millones de pesos con un incremento de 4.9% respecto al aprobado en 2021. No obstante, solo 4,850.0 millones de pesos, serán asignados a Programas y Proyectos de Inversión, que si bien, obtuvo un incremento de 265.2% al aprobado en 2021, es insuficiente pues de esta cartera, Agricultura y Desarrollo Rural quedó sin asignación de recursos: el campo tabasqueño seguirá sin presupuesto y apostándose únicamente a Petróleos Mexicanos.

Además, las participaciones municipales disminuyeron -5.0% al alcanzar el Fondo de Fomento Municipal apenas 837.4 millones de pesos, cuando los ayuntamientos de Tabasco requieren mayores recursos para dar cumplimiento a sus obligaciones en la gestión y desempeño de sus gobiernos, en la prestación de servicios públicos municipales e inversión en infraestructura de agua potable, alcantarillado y drenaje, con el riesgo de caer en una situación de quiebra operacional.

El presupuesto 2022 en Tabasco, debe considerar la suficiencia presupuestaria para atender la reactivación y diversificación económica, rescatar a los municipios, la atención al campo y sectores económicos, además atender las inconsistencias de la calidad y efectividad del gasto, privilegiando la inversión productiva. No es fortuito que la entidad ocupe el segundo lugar nacional en desempleo, con una tasa de 6.3% al tercer trimestre de 2021, por debajo de la Ciudad de México (7.0%), por encima del Estado de México (5.9%) y Tlaxcala (5.5%), según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Si a esto sumamos que el PIB se ha contraído 0,4%, 8 millones de mexicanos pasaron de la clase media a la pobreza, la inflación de la primera quincena de noviembre alcanzó 7.05% (la más elevada en más de veinte años) y las presiones inflacionarias sobre todo el componente subyacente, la inflación en México podría cerrar este año en 7.15%, aniquilando el poder adquisitivo y el bienestar que la 4T prometió a los mexicanos.

En 2022 no se ve por dónde la recuperación económica del país y en Tabasco tendrá un severo impacto, agudizando el problema del incremento nominal de la deuda del gobierno estatal y de los municipios, debido al aumento en las tasas de interés -que nos pegará en el pago de intereses de la deuda-, lo que tendrá un efecto negativo en el crecimiento y mayor inflación, golpeando los bolsillos de la población. Además, hay que corregir las anomalías del mayor crecimiento del gasto, pero no de la economía. Por ello, son importantes las adecuaciones presupuestales, para elevar la calidad y efectividad del gasto público, privilegiando la inversión productiva en términos de crecimiento.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 se prevé un gasto neto total de 7.08 billones de pesos y el déficit alcanzaría 875.6 mil millones de pesos nominales y poco más de 792.5 mil millones del aumento solicitado, sería para el pago de intereses de la deuda del sector público federal. Además, el gobierno pagará 1.4 billones de pesos en sueldos, 91 mil millones más que en 2021. ¿Y la austeridad?

Es preocupante por su tendencia al alza y su costo financiero, que el déficit presupuestario en 2022, sea 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB), mayor al de 2021. En el Presupuesto de Egresos, el peso de la inversión pública es muy baja -solo el 10% de la inversión total-, además se ha disparado el déficit presupuestario entre 2019 y 2021.

No hay calidad ni efectividad en el gasto, orientado a la inversión productiva. Ha aumentado el costo financiero de la deuda, incrementándose para el pago de intereses. El gobierno no está gastando para que la economía crezca, debido a la mala orientación del gasto público y el déficit presupuestario está obligando al país a endeudarse: a mayor deuda tendremos que destinar mayores recursos para atender el costo financiero de la ésta y presionando los ingresos.

En abril de 2020, debido a las implicaciones negativas de la pandemia del COVID-19 en la economía nacional, el Banco de México aprobó 750 mil millones de pesos para proveer liquidez al funcionamiento de los mercados internos y de este monto, 350 mil millones de pesos era para el otorgamiento de crédito en la economía a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES). Sin embargo, a septiembre de ese año, ese monto no se había ejercido para las MIPyMES.

La economía está estancada, hay sectores con saldos negativos como el agroalimentario y el presupuesto está mal asignado, a pesar que el campo es fundamental para la economía del país. Si bien el PEF 2022 prevé un aumento del 4.1 % al presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) respecto de 2021, alcanzando 53,088.97 millones de pesos, es insuficiente tomando en cuenta que, tras la eliminación de diversos programas presupuestarios, de 2019 a 2020 hubo un decremento de 29.2 % en términos reales de los recursos para SADER (21 mil 543 millones menos) y la orientación del gasto no estimula ni promueve la actividad productiva del agro, pues solo tres programas concentran 27 mil 879.7 millones de pesos: Producción para el Bienestar, Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos y Fertilizantes, con observaciones de la Auditoría Superior de Fiscalización, además de cuestionados por sus bajos resultados en producción y por promover clientelismo político-electoral.

En 2022 el gobierno de Tabasco tendrá para ejercer un presupuesto de 48,052.5 millones de pesos con un incremento de 4.9% respecto al aprobado en 2021. No obstante, solo 4,850.0 millones de pesos, serán asignados a Programas y Proyectos de Inversión, que si bien, obtuvo un incremento de 265.2% al aprobado en 2021, es insuficiente pues de esta cartera, Agricultura y Desarrollo Rural quedó sin asignación de recursos: el campo tabasqueño seguirá sin presupuesto y apostándose únicamente a Petróleos Mexicanos.

Además, las participaciones municipales disminuyeron -5.0% al alcanzar el Fondo de Fomento Municipal apenas 837.4 millones de pesos, cuando los ayuntamientos de Tabasco requieren mayores recursos para dar cumplimiento a sus obligaciones en la gestión y desempeño de sus gobiernos, en la prestación de servicios públicos municipales e inversión en infraestructura de agua potable, alcantarillado y drenaje, con el riesgo de caer en una situación de quiebra operacional.

El presupuesto 2022 en Tabasco, debe considerar la suficiencia presupuestaria para atender la reactivación y diversificación económica, rescatar a los municipios, la atención al campo y sectores económicos, además atender las inconsistencias de la calidad y efectividad del gasto, privilegiando la inversión productiva. No es fortuito que la entidad ocupe el segundo lugar nacional en desempleo, con una tasa de 6.3% al tercer trimestre de 2021, por debajo de la Ciudad de México (7.0%), por encima del Estado de México (5.9%) y Tlaxcala (5.5%), según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Si a esto sumamos que el PIB se ha contraído 0,4%, 8 millones de mexicanos pasaron de la clase media a la pobreza, la inflación de la primera quincena de noviembre alcanzó 7.05% (la más elevada en más de veinte años) y las presiones inflacionarias sobre todo el componente subyacente, la inflación en México podría cerrar este año en 7.15%, aniquilando el poder adquisitivo y el bienestar que la 4T prometió a los mexicanos.

En 2022 no se ve por dónde la recuperación económica del país y en Tabasco tendrá un severo impacto, agudizando el problema del incremento nominal de la deuda del gobierno estatal y de los municipios, debido al aumento en las tasas de interés -que nos pegará en el pago de intereses de la deuda-, lo que tendrá un efecto negativo en el crecimiento y mayor inflación, golpeando los bolsillos de la población. Además, hay que corregir las anomalías del mayor crecimiento del gasto, pero no de la economía. Por ello, son importantes las adecuaciones presupuestales, para elevar la calidad y efectividad del gasto público, privilegiando la inversión productiva en términos de crecimiento.