/ viernes 13 de mayo de 2022

ARTILUGIOS. | Estatuas-diálogos.

PERSONAJES: Col. Gregorio Méndez, CGM. Niño travieso, NT. Bailadora del zapateo, RD. Barquero, B. Vendedora de fruta, VF. Corredor (Adelita). Estatua del panteón, EP.

Todos se reúnen en una salida del parque museo de La Venta, donde no pueden hablar las piezas arqueológicas ahí resguardadas. Comienzan a hablar todos al mismo tiempo, el Coronel pone orden.

CGM. ¡Basta, basta! ¡Cállense por favor! Muy calladitos todo el día y ahora parecen pericos.

NT. Es que no nos dejan expresarnos, don.

CGM. No me digas don. Soy coronel.

NT. Perdone pues, capitán.

CGM. (Molesto). Coronel…

NT. Bueno, bueno, teniente…

CGM. (Ya enojado). ¡Coronel!

VF. No se enoje, general.

CGM. (Sonriente). No, no, solamente general. ¿Estamos todos?

RD. Solo faltan los animalitos de la fuente del Chorro. Como ellos no hablan, ni entienden de leyes humanas.

CGM. Está bien, está bien. Hay que ver en qué deterioro estamos. No puede ser. Mírense. Ustedes niños traviesos parecen pordioseritos.

NT. Es que nos pintaron re feo hace algunos años. Por más que les dijimos ese corrosivo nos iba a dejar como panucho acedo, ¿cree que nos hicieron caso?

RD. Es que son muy necios los señores esos que se sientan en las sillas de cultura de los ayuntamientos. No hacen caso.

B. ¡Pues habrá que obligarlos, qué caray!

VF. Mire, usted ni diga nada porque nada dijo cuando me robaron el pie ni cuando le robaron a usted la fruta.

B. Eran un chingo…

CGM. No diga groserías, señor, hay niños y damas presentes.

B. Bueno, eran muchos…

CGM. A ver, dice el reglamento de parques y jardines, en sus antecedentes, segundo, línea 1, etcétera, etcétera, etcétera… que es obligación del gobierno municipal la prestación de servicios públicos a favor de calles, parques, jardines y su equipamiento, según artículos etcétera, etcétera, etcétera. Aparte que nos reducen a la categoría de “artículos”, nos arruinan la nomenclatura.

RD. Miren lo que le pasó al almirante Achirica, no solo tiene mal el nombre de la calle además lo destruyeron. Eso sí, primero le dieron a la madre… ahí quedaron, tirados en la calle. Vándalos, desdichados, acomplejados.

CGM. Por lo mismo, debemos acudir a tal instancia…

VF. Fuera tan fácil, para nosotros nunca hay tiempo.

NT. Eso sí. Fuéramos plantas o animalitos, ahí habría mucha gente dispuesta a defendernos.

RD. Siempre los ponen primero. No como antes. Antes, cuando me hicieron, me pusieron en lugar privilegiado, ahí bailaba yo eternamente, tres veces campeona de baile, de zapateado. ¡Venga la música!

CGM. No, no, esperen. Esto no es un musical, por favor. Reprima usted su ímpetu bailarín, señorita zapateadora. Vamos a lo medular de esta reunión. ¿Qué vamos a hacer para que dejen de mutilarnos, de quitarnos cosas, de destruirnos?

Todos se miran. Nadie se atreve a decir nada.

VF. Bueno, si hacemos un plantón…

B. Ay, doñita, ¿no ve que no podemos movernos? Por eso llegan y nos tiran, nos vejan, nos funden.

NT. Párele, párele, don. No entiendo nada, ¿a qué tanta palabrería estando el alfabeto tan parejo?

CGM. Tiene razón el chiquito.

NT. Dame…

Todos lo ven reprochando el posible albur.

NT. Bueno, no me dé nada. De nada.

CGM. Entendamos esto. Si hablamos seremos escuchados. Representamos la Historia, como diría quien esto escribe. Hay que protestar.

B. Cómo.

CGM. Exigiendo que se nos cuide las 24 horas del día.

VF. ¿No exagera usted, coronel? Está viendo que apenas sale un policía a poner orden, no falta quien le dé un chingadazo o un balazo.

B. Qué bonito habla usted, amiga. Yo votaría por usted.

VF. Deje de decir mentiras, cuando le robaron los cocos, no le quedó nada…

B. ¿Cómo, cómo?

VF. Nada de fruta.

CGM. Propongo elevar un documento a todos los funcionarios que tengan que ver con nuestro cuidado. En él pediremos vigilancia, limpieza, solidez y reconocimiento. He dicho.

Todos aplauden. Corredor no participa del entusiasmo.

CORREDOR. Miren creo que la estamos regando vilmente.

B. ¿Por qué, Adelita?

CORREDOR. Porque esos documentos solo sirven para envolver la torta que se come la burocracia. Y no me digas Adelita, soy el corredor, así me bautizó mi creador, el escultor Augusto Escobedo.

B. El pueblo sabio te vio forma de Adelita…

VF. Porque se las das a los soldados…

Todos ríen.

CORREDOR. No sean así. Desde que a algún chistoso se le ocurrió el apodo, no puedo vivir en paz. (Llora como lo haría don Ramón en la serie El chavo).

RD. Ya, ya, Adeli… Perdón, señor atleta. Nadie quiso ofenderlo. Pero mire, si a usted, así grande y fuerte, no le guardan el respeto debido, qué podemos esperar nosotros, artistas y vendedores, niños y héroes que ornamos la ciudad.

B. Roban nuestras piezas porque al escultor se le ocurrió hacernos con bronce o cobre.

CGM. Nos maltratan.

VF. Nos olvidan.

RD. Nos desconocen.

NT. Nos joden.

B. Nos humillan.

CORREDOR. ¡Qué carajos pasa entonces! Vamos a poner un hasta aquí. Vamos corriendo a hacer un plantón, uno que cimbre los cimientos de nuestros nichos.

NT. ¿De nuestros qué…? Oiga, oiga, hay niños presentes…

RD. Y damas.

NT. Bueno, ahí sí es más difícil decirlo…

VF. Grosero, por eso los pintaron de amarillo.

NT. Déjese lo amarillo, lo que carcome la pinturita…

CGM. Bueno, bueno. Entonces hay que ir al plantón y no rajarse. ¿Quiénes vienen?

En ese momento, entra corriendo la estatua de panteón.

EP. Esperen, esperen. Nosotros también queremos participar.

Los demás la miran con sorna.

VF. ¿Ustedes?

RD. No, no. Claro que no.

B. Ustedes son para la muerte.

CORREDOR. Nosotros para la vida.

CGM. Claro. Hay de estatuas a estatuas. Tú acude a la sección panteones, cuando mucho te tocará un columbario.

NT. Perdonando la ignorancia, don, ¿qué es eso?

CGM. Donde se depositan las cenizas, niño. Bueno, bueno, ahí te quedas.

Se van las estatuas. La estatua de panteón se queda sola.

EP. Claro. Ay, sí. Todos iguales, pero nomás los que están por la ciudad. Los que estamos prisioneros, que nos coma el perro.

Se queda solita la estatua de panteón. Así pasa en las sociedades. Los de afuera están expuestos. Los de adentro están seguros, pero tampoco quieren salir.

PERSONAJES: Col. Gregorio Méndez, CGM. Niño travieso, NT. Bailadora del zapateo, RD. Barquero, B. Vendedora de fruta, VF. Corredor (Adelita). Estatua del panteón, EP.

Todos se reúnen en una salida del parque museo de La Venta, donde no pueden hablar las piezas arqueológicas ahí resguardadas. Comienzan a hablar todos al mismo tiempo, el Coronel pone orden.

CGM. ¡Basta, basta! ¡Cállense por favor! Muy calladitos todo el día y ahora parecen pericos.

NT. Es que no nos dejan expresarnos, don.

CGM. No me digas don. Soy coronel.

NT. Perdone pues, capitán.

CGM. (Molesto). Coronel…

NT. Bueno, bueno, teniente…

CGM. (Ya enojado). ¡Coronel!

VF. No se enoje, general.

CGM. (Sonriente). No, no, solamente general. ¿Estamos todos?

RD. Solo faltan los animalitos de la fuente del Chorro. Como ellos no hablan, ni entienden de leyes humanas.

CGM. Está bien, está bien. Hay que ver en qué deterioro estamos. No puede ser. Mírense. Ustedes niños traviesos parecen pordioseritos.

NT. Es que nos pintaron re feo hace algunos años. Por más que les dijimos ese corrosivo nos iba a dejar como panucho acedo, ¿cree que nos hicieron caso?

RD. Es que son muy necios los señores esos que se sientan en las sillas de cultura de los ayuntamientos. No hacen caso.

B. ¡Pues habrá que obligarlos, qué caray!

VF. Mire, usted ni diga nada porque nada dijo cuando me robaron el pie ni cuando le robaron a usted la fruta.

B. Eran un chingo…

CGM. No diga groserías, señor, hay niños y damas presentes.

B. Bueno, eran muchos…

CGM. A ver, dice el reglamento de parques y jardines, en sus antecedentes, segundo, línea 1, etcétera, etcétera, etcétera… que es obligación del gobierno municipal la prestación de servicios públicos a favor de calles, parques, jardines y su equipamiento, según artículos etcétera, etcétera, etcétera. Aparte que nos reducen a la categoría de “artículos”, nos arruinan la nomenclatura.

RD. Miren lo que le pasó al almirante Achirica, no solo tiene mal el nombre de la calle además lo destruyeron. Eso sí, primero le dieron a la madre… ahí quedaron, tirados en la calle. Vándalos, desdichados, acomplejados.

CGM. Por lo mismo, debemos acudir a tal instancia…

VF. Fuera tan fácil, para nosotros nunca hay tiempo.

NT. Eso sí. Fuéramos plantas o animalitos, ahí habría mucha gente dispuesta a defendernos.

RD. Siempre los ponen primero. No como antes. Antes, cuando me hicieron, me pusieron en lugar privilegiado, ahí bailaba yo eternamente, tres veces campeona de baile, de zapateado. ¡Venga la música!

CGM. No, no, esperen. Esto no es un musical, por favor. Reprima usted su ímpetu bailarín, señorita zapateadora. Vamos a lo medular de esta reunión. ¿Qué vamos a hacer para que dejen de mutilarnos, de quitarnos cosas, de destruirnos?

Todos se miran. Nadie se atreve a decir nada.

VF. Bueno, si hacemos un plantón…

B. Ay, doñita, ¿no ve que no podemos movernos? Por eso llegan y nos tiran, nos vejan, nos funden.

NT. Párele, párele, don. No entiendo nada, ¿a qué tanta palabrería estando el alfabeto tan parejo?

CGM. Tiene razón el chiquito.

NT. Dame…

Todos lo ven reprochando el posible albur.

NT. Bueno, no me dé nada. De nada.

CGM. Entendamos esto. Si hablamos seremos escuchados. Representamos la Historia, como diría quien esto escribe. Hay que protestar.

B. Cómo.

CGM. Exigiendo que se nos cuide las 24 horas del día.

VF. ¿No exagera usted, coronel? Está viendo que apenas sale un policía a poner orden, no falta quien le dé un chingadazo o un balazo.

B. Qué bonito habla usted, amiga. Yo votaría por usted.

VF. Deje de decir mentiras, cuando le robaron los cocos, no le quedó nada…

B. ¿Cómo, cómo?

VF. Nada de fruta.

CGM. Propongo elevar un documento a todos los funcionarios que tengan que ver con nuestro cuidado. En él pediremos vigilancia, limpieza, solidez y reconocimiento. He dicho.

Todos aplauden. Corredor no participa del entusiasmo.

CORREDOR. Miren creo que la estamos regando vilmente.

B. ¿Por qué, Adelita?

CORREDOR. Porque esos documentos solo sirven para envolver la torta que se come la burocracia. Y no me digas Adelita, soy el corredor, así me bautizó mi creador, el escultor Augusto Escobedo.

B. El pueblo sabio te vio forma de Adelita…

VF. Porque se las das a los soldados…

Todos ríen.

CORREDOR. No sean así. Desde que a algún chistoso se le ocurrió el apodo, no puedo vivir en paz. (Llora como lo haría don Ramón en la serie El chavo).

RD. Ya, ya, Adeli… Perdón, señor atleta. Nadie quiso ofenderlo. Pero mire, si a usted, así grande y fuerte, no le guardan el respeto debido, qué podemos esperar nosotros, artistas y vendedores, niños y héroes que ornamos la ciudad.

B. Roban nuestras piezas porque al escultor se le ocurrió hacernos con bronce o cobre.

CGM. Nos maltratan.

VF. Nos olvidan.

RD. Nos desconocen.

NT. Nos joden.

B. Nos humillan.

CORREDOR. ¡Qué carajos pasa entonces! Vamos a poner un hasta aquí. Vamos corriendo a hacer un plantón, uno que cimbre los cimientos de nuestros nichos.

NT. ¿De nuestros qué…? Oiga, oiga, hay niños presentes…

RD. Y damas.

NT. Bueno, ahí sí es más difícil decirlo…

VF. Grosero, por eso los pintaron de amarillo.

NT. Déjese lo amarillo, lo que carcome la pinturita…

CGM. Bueno, bueno. Entonces hay que ir al plantón y no rajarse. ¿Quiénes vienen?

En ese momento, entra corriendo la estatua de panteón.

EP. Esperen, esperen. Nosotros también queremos participar.

Los demás la miran con sorna.

VF. ¿Ustedes?

RD. No, no. Claro que no.

B. Ustedes son para la muerte.

CORREDOR. Nosotros para la vida.

CGM. Claro. Hay de estatuas a estatuas. Tú acude a la sección panteones, cuando mucho te tocará un columbario.

NT. Perdonando la ignorancia, don, ¿qué es eso?

CGM. Donde se depositan las cenizas, niño. Bueno, bueno, ahí te quedas.

Se van las estatuas. La estatua de panteón se queda sola.

EP. Claro. Ay, sí. Todos iguales, pero nomás los que están por la ciudad. Los que estamos prisioneros, que nos coma el perro.

Se queda solita la estatua de panteón. Así pasa en las sociedades. Los de afuera están expuestos. Los de adentro están seguros, pero tampoco quieren salir.