/ miércoles 11 de marzo de 2020

Aguas Profundas | No hay plan B 

La trifulca asiática de los hidrocarburos o la caída en los precios internacionales será una crisis larga y no como creen en el gobierno que ya se tocó fondo y que la tolvanera no será muy prolongada.

El precio del petróleo va a estar jodido hasta 2023. Los crudos marcadores no llegarán antes de eso a los 50 dólares por barril y eso pone a la Mezcla Mexicana de Exportación en niveles de 30 dólares, casi 20 dólares menos de lo presupuestado. Conste, este es un aviso a tiempo.

Pese a este escenario, aunque se tengan las herramientas para enfrentar la crisis que se nos viene encima, que está por estallarnos en plena cara, la decisión del gobierno se mantiene: se va a seguir produciendo petróleo caro, se mantienen cerradas las rondas petroleras, se mantiene el IEPS a los combustibles en su punto más alto -pese a que viene una caída importante en el precio de la gasolina en el mercado de Texas- y se fortalece a Pemex Exploración y Producción.

Fuentes del sector consultadas al respecto nos señalan que el proyecto insignia del gobierno, la refinería Dos Bocas no tiene cambios, los recursos para su construcción provendrán del Estado Mexicano y se cancela cualquier nuevo proyecto que se tenga en aguas profundas ¿Qué va a pasar con el yacimiento Zama en donde coinciden los esfuerzos de Pemex, que son sólo verbales; y las inversiones efectivas realizadas por la Talos Energy? La disputa no es menor, y urge su resolución, ahí hay 700 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

En el caso de Dos Bocas, la información desde el interior del gobierno es que se han hecho las órdenes de compra de equipos y que los avances de las empresas en sus propios procedimientos son importantes: ICA Fluor y Samsung Engineering han avanzado bien en sus proyectos, no así el tercer contratista, KBR, que se mantiene como el más atrasado.

Hasta ahora, ninguna de las contratistas ha recibido alguna instrucción oficial sobre el estatus del proyecto, de hecho, se supone que tienen agendada una cita con la secretaria de Energía, Rocío Nahle; y el director de Pemex, Octavio Romero; hacia finales de esta semana. Extraoficialmente lo que saben es que el proyecto marcha y ellos comienzan la fase dos en los tiempos originales.

Nada cambia con Dos Bocas, no hay reconsideración en tamaño, ubicación o estructuración. No hay ningún informe de la secretaria de Energía en relación al viaje que hizo a India para analizar el proceso de construcción de Reliance en su refinería. Sin embargo, están dispuestos a tomar dinero del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, o FEIP, que tiene como 140 mil millones de pesos y gastarse, sólo por la emergencia, unos 80 mil millones de pesos. De esa forma no cancela nada. En abril, nos dicen, estarán revisando los criterios para 2021 y entonces se podría dar un recorte.

Este año piensan aguantar con el FEIP y lo que alcancen a cobrar por las coberturas. Y esas no son buenas noticias ni de chiste.

La trifulca asiática de los hidrocarburos o la caída en los precios internacionales será una crisis larga y no como creen en el gobierno que ya se tocó fondo y que la tolvanera no será muy prolongada.

El precio del petróleo va a estar jodido hasta 2023. Los crudos marcadores no llegarán antes de eso a los 50 dólares por barril y eso pone a la Mezcla Mexicana de Exportación en niveles de 30 dólares, casi 20 dólares menos de lo presupuestado. Conste, este es un aviso a tiempo.

Pese a este escenario, aunque se tengan las herramientas para enfrentar la crisis que se nos viene encima, que está por estallarnos en plena cara, la decisión del gobierno se mantiene: se va a seguir produciendo petróleo caro, se mantienen cerradas las rondas petroleras, se mantiene el IEPS a los combustibles en su punto más alto -pese a que viene una caída importante en el precio de la gasolina en el mercado de Texas- y se fortalece a Pemex Exploración y Producción.

Fuentes del sector consultadas al respecto nos señalan que el proyecto insignia del gobierno, la refinería Dos Bocas no tiene cambios, los recursos para su construcción provendrán del Estado Mexicano y se cancela cualquier nuevo proyecto que se tenga en aguas profundas ¿Qué va a pasar con el yacimiento Zama en donde coinciden los esfuerzos de Pemex, que son sólo verbales; y las inversiones efectivas realizadas por la Talos Energy? La disputa no es menor, y urge su resolución, ahí hay 700 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

En el caso de Dos Bocas, la información desde el interior del gobierno es que se han hecho las órdenes de compra de equipos y que los avances de las empresas en sus propios procedimientos son importantes: ICA Fluor y Samsung Engineering han avanzado bien en sus proyectos, no así el tercer contratista, KBR, que se mantiene como el más atrasado.

Hasta ahora, ninguna de las contratistas ha recibido alguna instrucción oficial sobre el estatus del proyecto, de hecho, se supone que tienen agendada una cita con la secretaria de Energía, Rocío Nahle; y el director de Pemex, Octavio Romero; hacia finales de esta semana. Extraoficialmente lo que saben es que el proyecto marcha y ellos comienzan la fase dos en los tiempos originales.

Nada cambia con Dos Bocas, no hay reconsideración en tamaño, ubicación o estructuración. No hay ningún informe de la secretaria de Energía en relación al viaje que hizo a India para analizar el proceso de construcción de Reliance en su refinería. Sin embargo, están dispuestos a tomar dinero del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, o FEIP, que tiene como 140 mil millones de pesos y gastarse, sólo por la emergencia, unos 80 mil millones de pesos. De esa forma no cancela nada. En abril, nos dicen, estarán revisando los criterios para 2021 y entonces se podría dar un recorte.

Este año piensan aguantar con el FEIP y lo que alcancen a cobrar por las coberturas. Y esas no son buenas noticias ni de chiste.