/ miércoles 25 de marzo de 2020

Aguas Profundas | El politburó energético

Cada vez que uno de los empresarios se reúne con Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, para presentarle una propuesta de inversión o plan para el sector energético y éste involucra la participación en algún grado de Pemex o de la CFE, o peor aún, una autorización de la Secretaría de Energía, la respuesta más común que se recibe es: "Esto lo tengo que negociar con el politburó".

¿Quién es el Politburó y por qué son tan importantes? Bueno, en el sector se les conoce como la Troika Infernal: el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza; la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle y el director de la CFE, Manuel Bartlett.

Más allá de los enfrentamientos épicos en el Consejo de Administración de Pemex entre Nahle y Oropeza, que han llegado al grado de amenazarse y colgarse el teléfono o, de plano, ignorarse; o que Bartlett no reconozca más autoridad que la del Presidente; los tres ignoran y, por default, rechazan todas las propuestas que vienen desde la Oficina de la Presidencia.

Por eso no hubo Plan de Construcción del Sector Energético, no hubo manera de que la Troika aceptara propuestas, planes y proyectos. Las cosas sencillas se aceptan y resuelven; las difíciles se negocian a sabiendas del NO, GRACIAS inicial. Luego comienza el proceso de convencer y a veces se ha requerido el convencimiento presidencial para avanzar.

El plan debería haberse presentado el 18 de marzo, era el gran marco para hacerlo. Pero no hay porque directores y secretaria no quieren. El politburó energético tiene parado al sector desde noviembre.

Las escaramuzas entre los equipos de Rocío Nahle y Oropeza menudean; la sordera de Bartlett es legendaria, sólo atiende a Palacio Nacional y maneja, nos dicen, con mano de hierro a sus gobernados. Perdón, colaboradores.

No habrá plan de largo aliento en este año, el crecimiento de Pemex, la construcción de la refinería y el reordenamiento de la CFE son la agenda de cada uno, su guión, y no se van a salir de ahí, Alfonso Romo seguirá buscando espacios para la IP en energía, pero siempre deberá negociar con este politburó, siempre.

Buzos

1. La refinería de Dos Bocas pasó de costar 148 mil millones de pesos a 201 mil 600 millones de pesos desde su concepción hasta ahora y su TIR se cayó a una cuarta parte. Eso, ya no es negocio.

2. Esta semana, una comisión de proveedores hará una visita al CEO de Marinsa, José Luis Zavala, para cobrarle adeudos que tienen desde el año pasado y que no han cubierto a pesar de que Pemex ya les pagó todos sus servicios prestados. Ojo, buscan un acuerdo pronto antes de irse a judicializar los pagos.

3. La 4T ya decidió. Apoyará a Miguel Limón como secretario y nuevo líder de los petroleros del STPRM; y abandona a su suerte a su creación, el Sindicato Nacional de Empresas Productivas del Estado, Pemex, subsidiarias y filiales y a su dirigente Jorge Enrique Zárate Castillo. Limón, dicen, cumple con todos los requisitos y en realidad sustituye a Carlos Romero Deschamps, que renunció al cargo, pero todo su CEN se mantuvo. Limón ya era el secretario del Interior, así que se queda por lo menos hasta 2024 y que le hagan como quieran.

Cada vez que uno de los empresarios se reúne con Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, para presentarle una propuesta de inversión o plan para el sector energético y éste involucra la participación en algún grado de Pemex o de la CFE, o peor aún, una autorización de la Secretaría de Energía, la respuesta más común que se recibe es: "Esto lo tengo que negociar con el politburó".

¿Quién es el Politburó y por qué son tan importantes? Bueno, en el sector se les conoce como la Troika Infernal: el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza; la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle y el director de la CFE, Manuel Bartlett.

Más allá de los enfrentamientos épicos en el Consejo de Administración de Pemex entre Nahle y Oropeza, que han llegado al grado de amenazarse y colgarse el teléfono o, de plano, ignorarse; o que Bartlett no reconozca más autoridad que la del Presidente; los tres ignoran y, por default, rechazan todas las propuestas que vienen desde la Oficina de la Presidencia.

Por eso no hubo Plan de Construcción del Sector Energético, no hubo manera de que la Troika aceptara propuestas, planes y proyectos. Las cosas sencillas se aceptan y resuelven; las difíciles se negocian a sabiendas del NO, GRACIAS inicial. Luego comienza el proceso de convencer y a veces se ha requerido el convencimiento presidencial para avanzar.

El plan debería haberse presentado el 18 de marzo, era el gran marco para hacerlo. Pero no hay porque directores y secretaria no quieren. El politburó energético tiene parado al sector desde noviembre.

Las escaramuzas entre los equipos de Rocío Nahle y Oropeza menudean; la sordera de Bartlett es legendaria, sólo atiende a Palacio Nacional y maneja, nos dicen, con mano de hierro a sus gobernados. Perdón, colaboradores.

No habrá plan de largo aliento en este año, el crecimiento de Pemex, la construcción de la refinería y el reordenamiento de la CFE son la agenda de cada uno, su guión, y no se van a salir de ahí, Alfonso Romo seguirá buscando espacios para la IP en energía, pero siempre deberá negociar con este politburó, siempre.

Buzos

1. La refinería de Dos Bocas pasó de costar 148 mil millones de pesos a 201 mil 600 millones de pesos desde su concepción hasta ahora y su TIR se cayó a una cuarta parte. Eso, ya no es negocio.

2. Esta semana, una comisión de proveedores hará una visita al CEO de Marinsa, José Luis Zavala, para cobrarle adeudos que tienen desde el año pasado y que no han cubierto a pesar de que Pemex ya les pagó todos sus servicios prestados. Ojo, buscan un acuerdo pronto antes de irse a judicializar los pagos.

3. La 4T ya decidió. Apoyará a Miguel Limón como secretario y nuevo líder de los petroleros del STPRM; y abandona a su suerte a su creación, el Sindicato Nacional de Empresas Productivas del Estado, Pemex, subsidiarias y filiales y a su dirigente Jorge Enrique Zárate Castillo. Limón, dicen, cumple con todos los requisitos y en realidad sustituye a Carlos Romero Deschamps, que renunció al cargo, pero todo su CEN se mantuvo. Limón ya era el secretario del Interior, así que se queda por lo menos hasta 2024 y que le hagan como quieran.