María Luisa Alcalde secretaria del trabajo y previsión social detalló parte del programa “Jóvenes construyendo el futuro” y señaló que en Tabasco hay 123 mil jóvenes interesados en capacitarse para el trabajo a través de ese mecanismo implementado por el gobierno federal, de ese universo solo 19 mil concluyeron su registro y con ello la oportunidad de formarse y tener una posibilidad de ser competitivos para obtener un empleo formal.
Oxígeno puro para el estado número 1 en desempleo y con mayor número de jóvenes en condición vulnerable en el país.
Y para facilitar el proceso en un estado complicado, el gobernador Adán Augusto López Hernández designó a los secretarios de Desarrollo Económico y Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático; Mayra Jacobo y Mario Llergo respectivamente para coadyuvar en la organización y difusión del citado programa.
Más allá de las bondades del programa federal, en la reunión donde participaron empresarios y líderes de cámaras de la iniciativa privada, la experiencia de algunos reclutadores con los becarios fue interesante, particularmente por algunos riesgos que se están registrando y advirtiendo desde el principio entre empresarios y jóvenes.
No es un tema fácil y seguro dará para más.
CONTORNO
Cuando la inseguridad toca la puerta del…gobernador
Viernes 15 de febrero de 2019. 13:46 pm.
Por la escalinata principal de Palacio de Gobierno (en el salón Gorostiza, el gobernador Adán Augusto López Hernández encabeza una reunión con la secretaria del trabajo, María Luisa Alcalde) de lado del despacho del gobernador, una mujer desciende de manera apresurada y habla con uno de los encargados de logística para informar y buscar ayuda por un problema aparentemente grave que alguien cercano, amigo o familiar enfrenta, justo en ese momento.
Al elemento de logística se acerca otro y una mujer más de ese cuerpo de élite quienes le sugieren hablar y reportarlo a un par de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que se encuentran presentes en el lobby de Palacio de Gobierno.
El hecho criminal había ocurrido en el fraccionamiento Villa los Arcos y según lo que muchos escucharon estaba relacionado con un asalto con violencia de un vehículo (mencionó letras y números de placas de la unidad robada) otro elemento policiaco se suma al reporte, tres en total, desde un teléfono celular, el agente de la SSP tercia entre algún elemento policiaco de la zona donde ocurrió el robo y la joven mujer que desde su Smartphone recibe el reporte detallado de la víctima del hurto.
El otro policía toma nota en un bloc de todo lo que escucha.
Transcurren 14 minutos desde que comenzó el diálogo entre autoridades y la ciudadana que presuntamente es una colaboradora de la oficina del jefe del ejecutivo estatal.
El policía que lleva control de la interlocución telefónica pide –a su colega del otro lado de la línea- que se apliquen a fondo para encontrar a los responsables del robo de esa unidad.
Al término del procedimiento informal, el elemento pregunta a sus dos colegas si alguno de ellos trae radio, la respuesta es negativa y entonces se lamenta;
“se me va acabar la batería del teléfono, voy a conseguir un radio y ahorita vuelvo”.
Entre el descenso de la joven funcionaria –que presuntamente ya tenía el reporte del robo de la unidad- y el diálogo con personal de logística y finalmente con elementos policiacos transcurrieron casi 22 minutos.
En 22 minutos en un coche, los delincuentes tenían ya toda una distancia de ventaja.
La pregunta es: Si eso ocurre en ese sitio tan importante y estratégico ¿Qué más puede esperar el simple ciudadano común y corriente?
¿Y el préstamo de seguridad, y el equipo tecnológico de última generación y los radios y el secretario?
javiermarinhdez@hotmail.com
